19 diciembre 2017

CONCIERTO MOZART - GARAY - CRÍTICA AL "DAVIDDE PENITENTE" DE MOZART



Concierto Mozart- Garay
María Espada, Raquel Lojendio,
Juan Antonio Sanabria.
Ensamble Vocal de Tenerife. Maestro de coro: Antonio Abreu Lechado
Dirección: Víctor Pablo Pérez. 31 de marzo de 2017.


El noveno concierto de abono programado en la temporada de la Sinfónica de Tenerife fue la muestra de una época en la que, a pesar de las distancias, el gusto y las modas eran más o menos comunes en Europa. Así, se contaba con un Mozart triunfando en Austria y con un Ramón Fernando de Garay Álvarez escribiendo en España con un estilo musical muy similar en cuanto a forma y función; el catálogo de este último, no obstante, ha permanecido inédito durante casi dos siglos y por eso se agradece esta recuperación.

La velada se inició con la Sinfonía Nº 9 en Do mayor, K 73 de la época de juventud mozartiana, para seguir con la Sinfonía Nº 9 en Mi bemol mayor de Ramón de Garay en el más puro estilo clásico. La segunda parte del concierto se ocupó con el oratorio Davide penitente, K 469 del austriaco; obra encargada por la Sociedad de Músicos de Viena para estrenar en Cuaresma, su texto se basa en el arrepentimiento del rey David por un pecado de adulterio y su redención. 

No tiene estructura de narración, ya que sus diez partes son salmos, y en el material musical utiliza partes de su inacabada Misa en Do menor, además de arias para tenor y sopranos con profusión de coloratura y recurriendo al juego de dinámicas para incidir en la emotividad, que es el hilo conductor de la obra.

En este concierto destacó sobremanera la calidad del coro Ensamble Vocal de Tenerife, rico en matices, dinámicas y perfectamente aglutinado. La soprano María Espada se mostró adecuada a la exigente línea de canto, así como la también soprano Raquel Lojendio; ambas mostraron su cuidada preparación técnica. El tenor Juan Antonio Sanabria hizo alarde de un bonito timbre, aunque algo opaco en la emisión. La Sinfónica de Tenerife dirigida por Víctor Pablo Pérez se adecuó perfectamente a los imperativos vocales. * Estrella ORTEGA

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